Todo
proyecto empieza con una idea. A veces es una revelación, a veces la
chispa sale de una lectura, o cubre una necesidad, o viene impuesto o
sugerido desde el exterior.
Cuando se es novato, es difícil que ese
genio sea espontáneo, rápido. Empezamos por inspirarnos en ideas ajenas,
en producciones acabadas. No es copia, es necesidad de modelaje. En
este caso la fuente de inspiración han sido los grupos de ABP en Procomun.
Estos productos se contrastan la experiencia previa, con la adaptación al contexto.
Y
va surgiendo pequeños bosquejos. Es ponerse en situación y
proyectarse, en el sentido más etimológico del término, al futuro.
Luego, quién sabe, esos bocetos fructificarán y se llevarán a cabo de
forma entusiasta, o sucumbiran por su ambición o sus limitaciones,...
Pero de momento, pensamos, pensamos..
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