Las preguntas guía

¿De la curiosidad surge la pregunta o es una pregunta la que puede suscitar curiosidad por un aspecto o tema que ni te habías planteado?  Ambas cosas pueden ser ciertas.  Es posible que un grupo de clase, ante un tema escolar, o un tema ctidiano, o un acontecimento o una noticia, se plantee preguntas. Tirando de esas preguntas fruto de un actividad mental y de un deseo más o menos explícito de conocer algo nuevo, el profesor puede plantear todo un proceso de aprendizaje.  Pero en otras ocasiones, es el profesor quien debe despertar la curiosidad e interés de sus alumnos con preguntas sin respuesta evidente.
En mi caso, opto por unas preguntas no muy brillantes.  Intuyo que mis alumnos no serán muy inquietos ni creativos ni se harán interrogantes divergentes.  Me conformo con que esas preguntas que les planteo no les aburran y puedan llegar a ver su potencialidad.mm

Proyectos de referencia: análisis e inspiración

Todo proyecto empieza con una idea. A veces es una revelación, a veces la chispa sale de una lectura, o cubre una necesidad, o viene impuesto o sugerido desde el exterior.
Cuando se es novato, es difícil que ese genio sea espontáneo, rápido. Empezamos por inspirarnos en ideas ajenas, en producciones acabadas. No es copia, es necesidad de modelaje. En este caso la fuente de inspiración han sido los grupos de ABP en Procomun. 

Estos productos se contrastan la experiencia previa, con la adaptación al contexto.

Y va surgiendo pequeños bosquejos.  Es ponerse en situación y proyectarse, en el sentido más etimológico del término, al futuro. Luego, quién sabe, esos bocetos fructificarán y se llevarán a cabo de forma entusiasta, o sucumbiran por su ambición o sus limitaciones,...  Pero de momento, pensamos, pensamos..
 

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Las preguntas guías y el producto final

Siempre me ha parecido absurda la expresión de "pregunta tonta". La pregunta nunca es tonta, ni para quien la plantea ni para quien la recibe. Surge de la curiosidad, del deseo de saber. Y se lanza con la convicción de que será respondida, de que otro tiene a clave y puede facilitárnosla, bien como una conclusión cerrada, bien guiándonos en un camino de resolución. 

¿De la curiosidad surge la pregunta o es una pregunta la que puede suscitar curiosidad por un aspecto o tema que ni te habías planteado?  Ambas cosas pueden ser ciertas.  Es posible que un grupo de clase, ante un tema escolar, o un tema cotidiano, o un acontecimento o una noticia, se plantee preguntas. Tirando de esas preguntas fruto de un actividad mental y de un deseo más o menos explícito de conocer algo nuevo, el profesor puede plantear todo un proceso de aprendizaje.  Pero en otras ocasiones, es el profesor quien debe despertar la curiosidad e interés de sus alumnos con preguntas sin respuesta evidente.
En mi caso, opto por unas preguntas no muy brillantes.  Intuyo que mis alumnos no serán muy inquietos ni creativos ni se harán interrogantes divergentes.  Me conformo con que esas preguntas que les planteo no les aburran y puedan llegar a ver su potencialidad.

Y, ¿qué decir del producto? A menudo hemos enseñado en el vacío. Hemos transmitido conocimientos y ensayado procedimientos porque sí, porque algun vez serían útiles, porque el saber no ocupa lugar. Y aunque esos prespuestos no dejan de ser ciertos, hay que dar sentido a lo que hacemos y construimos día a día. Lo que aprendo ha de servir para algo. 
Ese producto final puede concretarse en un "artefacto TIC".  En mi caso:
 

Entre la pregunta nunca tonta y el producto final hay un camino apasionante, único y pleno de signficado.

Comenzando un camino

Para mí este curso de ABP no es un curso cualquiera. Y se enmarca perfectamente dentro de mi trayectoria profesional. 
Desde el 2001 mi trabajo está vinculado a la formación del profesorado. Desde el comienzo, tuve que dinamizar, organizar, coordinar y evaluar muchas actividades vinculadas a nuevas metodologías. El trabajo por proyectos pasó de ser una rareza, una aventura, una isla, a ir extendiéndose. Primero entre los compañeros de infantil, más difusamente en los de primaria, muy esporádicamente en secundaria. 
Confieso que al principio yo no sabía lo que se traían entre manos estos grupos de profesores que yo coordinaba. Provengo del campo de educación especial y yo solía trabajar con el alumno individualmente, en coordinación con sus tutores y profesores de área, no había tenido que llevar el peso de una clase colectiva. 
Pero estos seminarios y grupos de trabajo desprendían algo que a mi me fascinaba: el amor al trabajo, el respeto al alumno, la visión del trabajo en grupo, la concepción de la profesión docente más allá del suministro de ejercicios, la preponderancia del aprendizaje sobre la enseñanza. Poco a poco fui leyendo, trabajando con mis compañeras, asistiendo a cursos y ponencias, las que yo organizaba y otras,.... 
Y estoy preparada para dar el salto, de la teoría a la práctica. O eso espero. El próximo curso me reincorporo al aula. Vuelvo al trabajo con alumnos, con alumnos de integración. Y, de un modo u otro, me propongo que esa fascinación por el ABP y el bagaje formativo que tengo sobre el tema no quede en un limbo sino que se materialice. Pretendo encontrar ejemplificaciones para poner en marcha, estoy dispuesta a aprender de los compañeros del curso: de su contexto, sus aplicaciones, sus dudas, sus problemas, sus soluciones.
Presentación en 3,2,1 on PhotoPeach